Artistas / Chile / Mapuche / XXth century

Alister Santos Chávez (1934-2001)

Arauco no domado, 1994

Pink woman and Moon, 1968

Pink woman and Moon, 1968

Born in Canihual, Arauco (Chile)

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Biografia

Su padre, José Santos Chávez Vásquez, murió cuando Santos tenía sólo 7 años y su madre, Flora Alister Carinao, también dejó este mundo a temprana edad, cuando Santos tenía 12 años. La abuela, por parte de madre, era mapuche y le heredó la sangre de los hijos de la tierra, hecho que llenaba de orgullo a Santos. Desde pequeño debió aportar en la mantención de la familia, así que trabajó cuidando ovejas y cabras, en un ambiente de hermosa belleza natural, con bosques milenarios. Tenía 24 años cuando en la Sociedad de Bellas Artes al darse cuenta de su talento le ofrecieron una beca. Dos veces lo echaron de la Sociedad, porque sus manos, acostumbradas al trabajo duro, tenían dificultades para dibujar. Pero Santos tenía un deseo íntimo que lo impulsaba a retener los paisajes de su infancia y a plasmar a su pueblo en imágenes, entonces concentró toda su energía en superar este obstáculo. El artista confesó en una entrevista en el año 1966: “Dijeron que no servía. Que me dedicara a otra cosa. Pero yo volvía una y otra vez. No tenían más remedio que dejarme. La gente quehabía estudiado en París o Londres no podía aceptar la idea de que un hombre con cara de indio como yo dibujara, grabara, pintara”. En 1960 viaja a Santiago por invitación personal de Nemesio Antúnez y posteriormente se integra al Taller 99 bajo la dirección del mismo Nemesio Antúnez, instancia que sería gran impulsora de su arte. Allí realizó una breve incursión también en las técnicas del grabado en metal, dedicándose posteriormente a la litografía y al grabado en madera. La estructura del taller le permitía gran libertad de trabajo y allí se relaciona con Delia del Carril, Juan Downey y Lea Kleiner, entre otros. En el año 1966 recibe el premio Andrés Bello  de la Universidad de Chile, que permitía financiar la estadía del artista -para su perfeccionamiento- en cualquier lugar del mundo. El lugar escogido por él fue México, donde trabaja en el Taller Fray Servando y se contacta con grandes muralistas. También comienza a recibir invitaciones desde Estados Unidos para exponer y los museos empiezan a adquirir sus obras. Entre los años 1967 y 1972 vive alternadamente entre Chile y Estados Unidos. Algunos hitos destacados dentro de su biografía en este período, es que en 1968 trabaja en el Pratt Graphic Center de Nueva York y en el Institute of Arts de Chicago. Santos decide dejar Chile en el año 1977. Venezuela, España, Suecia y Alemania fueron estaciones de su travesía, siempre en la búsqueda de un lugar donde crear con tranquilidad y sin preocupaciones materiales. Conoce a Eva en Berlín en el año 1981 y fue entonces cuando terminó su vida de nómade. En Alemania gozó de una gran admiración, como artista y persona. El público fue cautivado por la belleza de sus grabados, pero él nunca olvidó a su pueblo Mapuche en Chile. Trabajó gratis para revistas, portadas de libros o discos y ayudó con afiches y obras. Cuando Santos llegó a Alemania, su salud estaba bastante deteriorada. Con el tiempo aumentaron sus estadías en los hospitales. Soportó los tratamientos y los dolores sin reclamar y trató de retomar su trabajo con gran disciplina, sabiendo que le quedaba poco tiempo. Muchas de las 100 acuarelas que todavía están guardadas en una carpeta fueron hechas desde las ventanas de hospitales en Alemania y Chile. En 1994 regresó a su patria junto a Eva, dejando muchos amigos en Alemania. Al regresar a Chile descubre que si bien su obra se había difundido en muchos sectores, había muchos jóvenes que desconocían su trabajo. Empezó a dictar clases en el taller de grabado del Museo de Solidaridad, donde los jóvenes lo llamaron “maestro”. Fue reintegrado al Taller 99 como miembro de honor, lo que significó una gran alegría para él, así como el hecho de ser nombrado Hijo Ilustre de Tirúa y recibir el Premio Altazor, en el año 2000. Cabe consignar que fue el primer grabador chileno que recibió este galardón. Además, en Chile alcanzó a exponer en diferentes galerías y viajó a su querido Arauco cada vez que pudo. Pero también en su país tuvo que pasar por hospitales e interrumpir su trabajo artístico. En vida, Santos Chávez donó obras a diferentes instituciones nacionales e internacionales, entre las que cuentan especialmente la Pinacoteca de Concepción y la Municipalidad de Tirúa. (Fundacion)

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